Y entonces después del hecho vivido, sentido y abrumador yo, el psicólogo recomienda a quien quiera:
- Evite todo aquello que sea tonto y resulte no servir para nada, como las malas lecturas.
- Cuando salga de “un encierro” no pretenda cambiar el mundo, algunas veces no es igual de práctico como resulta en la historia, puede terminar acabando con su propia existencia..
- Fíjese, no pretenda enseñar a cualquiera lo que tanto le ha costado aprender, no siempre el mendigo es el mejor aprendiz, tampoco es sesgado el mercado, así pues que un alto burgués puede resultar un perfecto fraude.
- Absténgase de las calles solas, en ellas el peligro y las pocas posibilidades de ayuda pueden resultar siendo un arma de doble filo.
- Si lo que usted quiere es aprender y/o enseñar, use la vestimenta adecuada para el lugar donde quiere llevar las intenciones mencionadas, es de vital importancia parecer monte en caso de ser soldado.
- Sea claro en los objetivos, no vaya en busca de moras si está en frente del palo de aguacates, textualmente, si salió a tomar un trago o dar una vuelta, no encamine su acto a algo contrario, sea consecuente
- . Tenga la certeza de que usted y sus conocimientos no siempre serán aceptados si son transmitidos violentando la integridad del otro, se arriesga a mucho, puede perderlo todo, ¡TODO!
- No se crea el maestro, si bien usted aprende cada día algo nuevo, lo que es novedad para usted puede ser una antigüedad para otros; y no precisamente una antigüedad querida, quizá si la toca el resultado resultará nefasto.